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gullonPor Javier Gullón. Vocal de la Junta Directiva y fundador de Accors.-

Noticias de corrupción en los medios de comunicación, charlas en los bares y cafeterías, imágenes constantes en mensajes de telefono y en otros medios, pero ¿todo ello sirve para algo?. Las grandes sumas de dinero que leemos y que se han apropiado los políticos, empresarios, etc.,  nos dejan estupefactos.

Esto no es un tema de corrupción económica actual. El problema es mucho mas profundo. Esto proviene de nuestra cultura, del descredito y deterioro de nuestros políticos y funcionarios públicos, de la legislación actual, de su mala aplicación por los jueces y desgraciadamente de la educación que se está recibiendo, que es muy mala y la juventud se está acostumbrando a esta cultura de ausencia de la ética y la práctica masiva de la  corrupción.  Unido ello a la politización de todas las instituciones, empezando por el Consejo del Poder Judicial, siguiendo por el Tribunal de Cuentas, acabando en cada uno de los organismos de las diferentes comunidades autónomas. La costumbre está haciendo que mucha gente se habitúe a los escándalos cada día y lo aceptan con normalidad. ¿No es cierto que las televisiones estén buscando cada año más programas de escándalos y dotando de popularidad a los que intervienen  en los mismos?No existe una educación en los colegios sobre la ética y la moral. Los padres en general no saben educar y cuando lo hacen, enseñan una ética que muchas veces se inspiran en el incumplimiento de la ley.  Si desde pequeños se aprende a no respetar los semáforos cuando se circula en vehículo o cuando se camina en la calle, a aparcar en segunda fila, a intentar no pagar el IVA en las facturas, en definitiva a incumplir una serie de normas, es muy lógico que los valores éticos y morales desaparezcan en pocos años, con independencia de estar actuando de forma ilegal.Si además vemos en la televisión que los políticos, empresarios, engañan, hurtan, reciben comisiones  y no devuelven el dinero, no entran en las cárceles, el resultado es que la justicia no existe, ¿qué podemos esperar de nuestra juventud?  Desgraciadamente estamos en un momento de difícil solución. La esperanza es que la justicia funciona lentamente y que algunos medios de comunicación denuncien situaciones irregulares (muchas veces por interés de grupo empresarial, pero al menos algo existe al respecto.  Todos exigimos una justicia rápida y ejemplar, aunque bien sabemos que el castigo del delito no es la solución, aunque forme parte de ella.La propuesta es la regeneración social, una gran educación en los colegios y que en las familias se practique y se enseñe lo que esté bien y lo que está mal.  La sociedad civil, ciudadanos, junto con los jueces, fiscales, fuerzas de seguridad, medios de comunicación, universidades, deben urgir a los políticos de forma inmediata y urgente para que se cambien las conductas y que actúen de forma drástica para que esta situación que está perjudicando a este país no vaya a peor. Es pedir a quien lo ha consentido y practicado que se auto inmole, cuestión que ya hicieron en España su día Las Cortes con los Procuradores en gran mayoría acordando una transición ordenada y reglamentaria. Hay que ser claro y valientes y denunciar esta invasión que recibimos día a día por diferentes medios de comunicación y adoptar la actitud de tolerancia cero e implantar políticas de prevención. No es posible que los propios políticos estén eligiendo a quienes luego les pueden juzgar. Desde la idea del derecho, de la justicia y la equidad esto falla por su origen. Naturalmente tampoco concibo que los jueces sigan funcionando como una corporación donde el retraso, la poca eficacia sea algo habitual. Eso no es justicia, eso es desgraciadamente injusto porque beneficia a quien más recursos poseen y más medios disponen para poder defenderse. Naturalmente tampoco me siento identificado con los indultos. Algo que debería quedar muy reducido y prácticamente en situaciones especiales. Del mismo modo tampoco puede entenderse  que existen determinados  delitos que tengan fecha de caducidad. Si ha cometido  una falta podría haber prescripción, pero en delitos la prescripción debería de eliminarse. Cuantas veces vemos que tal personaje ha cometido delitos, pero como la justica va lenta y han trascurrido los años precisos, ha prescrito la pena y sanción. Me sigue sorprendiendo que muchas personas sean condenadas y no devuelven el dinero y cuando salen en libertad provisional siguen viviendo en condiciones más que dignas. Ejemplos hay, muchos y  desgraciadamente vendrán mas. No puedo entender como los Dirigentes de las principales entidades de financiación que con su actuación provocaron un gran problema en los bancos y cajas de ahorro, habiendo recibido créditos y ayudas españolas y europeas y sigan dirigiendo los mimos bancos. El control no existe y desgraciadamente no se demanda su aplicación. Es importante que la legislación se adapte a los tiempos actuales y no tener que regularse en determinadas materias por leyes del siglo XIX. ¿Por qué no se habla con mayor claridad de lo legal y lo moral, de lo ético y el cumplimento de las leyes? ¿Es que existe algún problema para tratar de los valores éticos? , ¿Es que ello se considera como denostado, como poco liberal o de contenido arcaico? Los que tenemos ciertos años no podemos entender como hay políticos o personajes del mundo empresarial que al conocer casos de corrupción, se sientan engañados  y manifiesten “no sabía nada “ha sido una gran decepción, “Si lo hubiese e sabido lo habría denunciado”. Sencillamente  no me lo creo. Afortunadamente hay mucha más gente honrada de la que pensamos, pero no nos engañemos, el rumbo que este país está alcanzando en dirección equivocada puede hacernos llegar a una situación dramática. Yo no apuesto por una revolución total como los grupos populares están manifestando y ganando adeptos de todo tipo. Las propuestas hechas no tratan de la ética, moral y libertad. Propongo sencillamente que debemos de aportar cada uno de nosotros nuestro grano de arena para cambiar esta situación. Debemos de empezar en nuestras actuaciones personales, en  denunciar las actuaciones irregulares,  en educar a nuestros hijos con el ejemplo dado, participando en asociaciones u organismo, exigiendo a nuestros políticos que cesen o dimitan si en su actuación hay incumplimientos, dejación o corrupción por acción u omisión. Así mismo exigir que el comportamiento ético se imponga y naturalmente se cese de forma inmediata a quien, con su actuación éticamente reproblable sea merecedor de las sanciones  y penas correspondientes legalmente. La lista de casos de corrupción se va incrementando y al existir casis nuevos nos olvidamos que hay otros personajes o expedientes  que hace pocos meses eran titulares de los medios de comunicación y ya no interesa hablar de ellos. Los Maragatos fueron importantes, no tanto por su comercio, que lo era, sino por su rectitud y seriedad en cuestiones del dinero, como decía el poeta. Por ello con estas reflexiones propondría un gran acuerdo nacional, que las manzanas podridas caigan de los aboles enfermos y que la educación (bendito los profesores que tienen esta noble tarea) sea  consecuencia de una gran acuerdo o pacto en España y que dure años, donde la etica y la moral sea aportación valiosa. Hay que responder con contundencia, conseguir que las nuevas generaciones vuelvan a creer en este país y en sus instituciones, creando oportunidades de futuro dignos para ellos, para todos los jóvenes, que son el futuro de este país.

                                                                                                                             JAVIER GULLÓN